Seguro que al navegar por diferentes páginas webs te has encontrado con anuncios que te son familiares. Tan familiares como que son cosas de una página que has visitado antes, aunque sólo fuera una vez. No le prestas atención, pero al cambiar de página web, vuelve a aparecer el mismo anuncio. Sí, nos persiguen a través de la red para llamar nuestra atención una vez más y ver si nos convencen para hacernos con dicho producto que tanto nos promocionan.

A esta táctica de “persecución en la red” se le llama “remarketing” y se produce simplemente al darle click a la publicidad que nos aparece en una página, o al entrar en páginas de ventas de productos. Esto es debido a que las cookies que entran en nuestro ordenador al visitar cada página se quedan guardadas en la memoria. Para ellas, el entrar en la página es señal de que algo nos ha llamado la atención, y si hemos entrado una vez, podemos entrar de nuevo.

Todo lo que busca el “remarketing” es convencernos de volver a interesarse por un producto que hemos estado observando antes, o bien también, ofrecernos cosas similares a las que nos han interesado. Muchas veces esta táctica funciona espléndidamente, ya que lo que hace es recordarnos algo que ya habíamos olvidado, como páginas que solíamos visitar y que por determinadas causas ya hemos dejado de hacerlo.

Puede ser algo agotador sentir que la publicidad nos persigue, incluso en muchos casos rompen posibles sorpresas que queramos hacerle a otra persona, ya que puede ver en este tipo de publicidad productos que ya hemos mirado con anterioridad, pero es así como funciona esta táctica de marketing que a día de hoy le está siendo muy rentable a las páginas web que consiguen hacernos llegar su intención de venta o visitas una y otra vez.